lunes, 19 de diciembre de 2011

Yo voté a UPyD

No tengo problema en hablar sobre mis preferencias políticas, que son, cuanto menos, variopintas. No me identifico con un partido concreto porque todos me producen, en alguna de sus vertientes, discrepancia y repulsión.

La última vez que voté, lo hice a UPyD. Es un partido al que no veo color concreto, o dicho vulgarmente, no sé de qué pie cojea. Es un partido que en realidad es una persona, Rosa Díez, una mujer a la que tampoco soy capaz de clasificar o encuadrar en un sector concreto del panorama político de este país. La mayoría de las veces me da la impresión de ser una persona conservadora, tirando a facha, que se escuda en ideas progresistas que bien podrían irse al garete llegado el momento de ocupar Moncloa. Claro está que las etiquetas son odiosas, y su aspecto de pija bien podría ser sólo eso, una apariencia.

Hay quienes la tachan de trepa, por su historial de relaciones políticas. Y yo no me fío de nadie, ni de los que opinan alegremente ni de la impresión que me causa su pelo perfectamente teñido y peinado.

Y, sinceramente, me da igual que esta señora sea roja o facha. Me da igual su posición en esta mierda de panorama político que tenemos, o mejor, al que nos hemos visto empujados por inercia. Lo único que me importa de UPyD, el único motivo por el que escogí su papeleta el mes pasado, es su lucha por el cambio de la ley electoral. Me importa la presión que pueda llegar a ejercer esta señora con un grupo parlamentario propio, en un Congreso degradado en el que el principio de igualdad se ve pisoteado si te da por votar a un partido minoritario y no independentista. Me importa sólo eso, que es mi derecho a ser igual a cualquier otro votante de cualquier otro lugar de España, sin tener que volver a sentirme una ciudadana de segunda al ver que con un millón y pico de votos (concretamente, 1.140.242) UPyD no consigue grupo parlamentario, pero CiU con 100.000 votos menos (1.014.263) consigue 16 escaños.

No quiero que Rosa Díez sea presidenta; si lo llegara a ser seguramente olvidaría su repulsa hacia nuestro odiado D'Hondt y dejaría para otra ocasión su eliminación. La quiero donde está. Presionando y criticando nuestro sistema, y haciendo que la gente se dé cuenta por sí misma de lo necesaria que es una reforma.

Ya no una reforma, un verdadero cambio de look.

Dales caña, Rosa. Me importan una mierda tus verdaderos objetivos; lo único que me interesa de ti es el medio que emplearás para conseguirlo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Ana Arkadievna

"¡Cómo me miraban! Les debí de parecer un ser extraño, curioso, incomprensible. ¿De qué puede hablar ese hombre a aquel otro con tanto entusiasmo?", pensó mirando a dos hombres que pasaban. "¿Es que es posible contar a otro lo que se está sintiendo?".



Liev Nikoláievich Tolstói
Ana Karenina

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Era un reportaje a doble página en un periódico vespertino que había reservado espacio para una serie de comentarios, en una columna adyacente, ilustrados con una foto en la que uno de sus antiguos compañeros de clase posaba ante la entrada de su viejo colegio. El chico en cuestión se llamaba David Gustavsson y se presentaba a sí mismo como auxiliar administrativo. Afirmaba que los alumnos le tenían miedo a Lisbeth Salander ya que "una vez, ella había amenazado con matarlos". Lisbeth se acordaba de David Gustavsson. Fue uno de sus principales torturadores durante sus años de escuela, una corpulenta bestia con un cociente intelectual semejante al de un lucio que raramente dejaba escapar la oportunidad de repartir insultos y empujones en el pasillo. En una ocasión, detrás del gimnasio, la atacó durante la comida y ella, como ya venía siendo habitual, le devolvió el golpe. Desde el punto de vista físico, Lisbeth tenía todas las de perder, pero consideraba que era mejor morir que capitular. Precisamente aquel incidente se descontroló cuando gran cantidad de compañeros de clase les rodeó y observaron impasibles cómo David Gustavsson, empujándola una y otra vez, derribaba a Lisbeth Salander. Eso los entretuvo hasta cierto punto, pero la estúpida chica, que no sabía lo que era mejor para su propio bien, se quedó en el suelo y, para colmo, ni siquiera se echó a llorar ni pidió clemencia.
Al cabo de un rato, aquello empezó a resultar excesivo hasta para sus propios compañeros. La ventaja de David era tan superior y Lisbeth se veía tan manifiestamente indefensa que el chico empezó a acumular puntos en su contra; había iniciado algo que no sabía cómo concluir. Al final, le propinó dos contundentes puñetazos que no sólo le partieron el labio, sino que también la dejaron sin aire. Los demás estudiantes la abandonaron sin contemplaciones y, entre risas, doblaron la esquina y desaparecieron.
Lisbeth Salander volvió a su casa a lamerse las heridas. Dos días más tarde, regresó con un bate de béisbol. En medio del patio le asestó un golpe a David en la oreja. Mientras él yacía tumbado en el suelo, en estado de shock, Lisbeth apretó el bate contra su garganta, se inclinó y le susurró al oído que si volvía a tocarla otra vez, lo mataría. Cuando el personal del colegio descubrió lo que estaba pasando, David fue trasladado a la enfermería y Lisbeth al despacho del director, donde se le impuso un castigo, se engrosó su expediente por mala conducta y se decidió continuar con la investigación de los servicios sociales.
Durante más de quince años, Lisbeth no había vuelto a pensar en la existencia (ni en la razón de ser) de Gustavsson. Tomó nota mental de controlar, cuando dispusiese de tiempo, a qué se dedicaba en la actualidad.


La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina,
Stieg Larsson

jueves, 3 de noviembre de 2011

(Im)parcialidad

http://www.rtve.es/noticias/20111102/jueza-murillo-pobre-mujer-encima-se-rien-estos-cabrones/472612.shtml

Lo primero que te dicen al comenzar la asignatura de Derecho Procesal, con relación al estudio del Poder Judicial, es que los jueces son IMPARCIALES, para garantizar un proceso justo y no contaminado por opiniones subjetivas.

Está claro que los jueces son personas que tienen sentimientos (en la mayor parte de los casos), pero la ley establece que eso no importa una mierda de cara al proceso, puesto que la labor de estos señores es aplicar la ley. Todo lo que se salga de ella, como los exabruptos de esta señora, contradice a la mismísima Ley Orgánica del Poder Judicial.

Una persona que ha sido capaz de aprobar una oposición de ese calibre y de colocarse en la Audiencia Nacional debería tener los conocimientos suficientes como para conocer la ley y la forma en que debe desempeñar su trabajo. Y si no es capaz de controlar sus impulsos de superioridad moral, tal vez debería dedicarse a la abogacía o a la política.

Hay una serie de derechos que TODOS tenemos, independientemente del delito que hayan podido cometer.

Ese comentario me parece una falta total de profesionalidad. Y una muestra más de que en el mundo del Derecho no triunfan los válidos, sino los ineptos con contactos. Que sí, que es la misma mecánica que en el resto de profesiones, pero se supone que el Derecho garantiza nuestra libertad.

Y con jueces parciales, desde luego que no hay garantía de nada.

jueves, 20 de octubre de 2011

Selección natural

No sé qué hacer. Miro a la gente y todos parecen comprender de qué va todo esto. No les cuesta hablar de cosas o sonreír o divertirse. Yo sólo sé que me gusta estar con vosotros. Y también que me siento como una imbécil cada vez que intento pasar más tiempo con vosotros. Y que si no lo intento, si simplemente dejo que las cosas sigan su cauce natural, es decir, el punto en el que nos disolvemos porque no tenemos nada en común excepto que tenemos problemas para relacionarnos normalmente, me sentiré aún más imbécil por ser tan borde y tan poco espontánea.

No sé cómo actuar. Analizo cada movimiento al milímetro, pensando en que lo último en sacrificar es el orgullo, pensando en que perderé mi dignidad si hago o digo algo que demuestre que sí, que sois importantes para mí. Y reconocer que lo sois me hace sentir vulnerable y estúpida. Y no hago nada mientras veo a mi alrededor cómo la gente se queda sin batería en sus puñeteras Blackberrys de tanto hablar con sus amigos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Amarillo

Espero que por fin puedas volar. Vuela como nunca lo has hecho, cruza océanos de bosque y respira el aire limpio que guardan las nubes. Algún día nos encontraremos en el aire, volando sobre los árboles.

martes, 27 de septiembre de 2011

Promesas cumplidas- Amanecer

Bella se casa con Edward. Tienen sexo en la luna de miel siendo ella humana y se queda (misteriosamente) embarazada. El feto crece de forma incontrolada y tienen que volverse de su luna de miel por si el alien explota. Todos los vampiros menos Rosalie quieren que Bella aborte, incluido Edward, porque piensan que el bebé es un engendro peligroso.

Luego aparece Jacob en escena, que como todos sabéis a estas alturas está locamente enamorado de Bella. El caso es que- como debí explicar en su momento y no hice- los hombres lobo tienen la facultad de encontrar al amor de su vida e "imprimarlo", es decir, cuando dan con la pareja perfecta es como si el destino se pusiera de su parte o algo así; el lobo se enamora, la otra persona cae rendida mágicamente, y son felices juntos hasta el final de sus días. El problema es que no es algo que hagan cuando ellos quieren, sino que es el azar quien elige a esas parejas perfectas. Jacob quiere a Bella, pero no están "imprimados". Ok, hasta aquí el flashback. Jacob, aun sin estar imprimado, no quiere que Bella tenga al crío.

El caso es que nadie hace nada por salvaguardar la integridad de Bella, que sufre roturas de costillas a diario por la mierda del niño transgénico, y llega el día del parto. El alien se abre paso a mordiscos y le rompe la columna vertebral a nuestra gran amiga Bella, quien guarda su último aliento para verlo. Es una niña físicamente normal a quien pone de nombre Renesmee.

Y, como se está muriendo, Eddy le inyecta la ponzoña en el corazón y empieza el cambio.

Mientras ella se transforma, todos aprenden a querer a la niña. El que más aprende a quererla es Jacob, pues se impriman (puagg).

Bella se convierte en vampiro vegetariana, la niña tiene poderes, Bella tiene poderes, los Vulturis vienen a hacerles una visitilla a Forks, intentan matarles (otra vez), todo se arregla, todos son felices, FIN.

Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Cosas que una escribe cuando no atiende en clase

Esto es de una clase de Penal de este año.

Si el tiempo pudiera pararse con el poder de la mente cada vez que quisiéramos, y utilizáramos ese poder para satisfacer nuestro deseo de permanencia, estaríamos haciendo las cosas mal. Porque el tiempo se para, pero el cuerpo sigue, camina, anda, invade intimidades congeladas y, sobre todo, envejece. Si puedes comerte el pastelito de chocolate que te tentaba en el escaparate de esa pastelería, mientras la dependienta observa inmóvil desde el mostrador, si puedes tragar cada trozo de bizcocho, o respirar el agradable aroma del pan recién hecho, entonces estarás haciendo la digestión, o parpadeando, tu corazón estará latiendo... en resumen, tu tiempo estará corriendo.
Un día te sorprenderás envejecido mientras los demás permanecen en su tiempo, esperando que les descongeles. Como en ese capítulo de Los Simpson. 
El tiempo últimamente pasa tan despacio que me veo envejecida en un par de meses. Como si me pasase varios años en un mundo congelado.


¿Está mal que las políticas medioambientales sean estrictas? ¿Dónde vive usted? Vives en la Tierra, paleto, si la contaminas te mueres.

Esto último fue en un momento de intentar escuchar al profesor. Mal asunto, por cierto.

martes, 23 de agosto de 2011

Promesas cumplidas- Eclipse

A Bella le mola Edward, pero también le mola Jacob. Edward le pide matrimonio y ella hiperventila, pero tras chantajearla con convertirla en vampiro y acostarse con ella, al final accede. También se enrolla con Jacob, pero sólo un poquito, y todo bajo la atenta mirada de Eddy, que dice que, mientras que sea el deseo de ella, lo respetará y no le matará ni nada.

Y luego pasan cosas aleatorias para que el libro no dure medio folio por delante, como que- otra vez- los vampiros foráneos quieren matar a Bella, cosa que- por supuesto- no consiguen. Mueren todos los malos, la chica elige al que estaba claro que iba a elegir y eso es todo.

Fin del tercer libro.

jueves, 18 de agosto de 2011

JMJ

No soy una persona religiosa. De hecho, suelo dudar incluso de la existencia del alma, lo cual me provoca náuseas durante gran parte del tiempo. Pero es lo que pienso, que la conciencia se limita a lo puramente físico, y que, una vez que lo físico se acaba, todo lo que somos se evapora. Pluf. Dejamos de existir. Obviamente hay veces que la idea del Cielo, de la reencarnación o del Más Allá me puede, y experimento una serie de sentimientos que se aproximan en cierto modo a la fe, pero en ningún caso es ese tipo de fe que hace que la gente se arrodille ante estatuas o siga a pies juntillas libros escritos hace milenios.

En cualquier caso, he de reconocer que a veces siento envidia de esas personas. Todos esos que REALMENTE creen que hay alguien que vela por sus vidas, que se preocupa por sus preocupaciones y que dará cobijo a sus almas cuando sus cuerpos sucumban. Envidio su esperanza. Mi cerebro se revela contra sus creencias, pero aún así a veces desearía no ser tan terrenal.

Le pese a quien le pese, España es un Estado aconfesional. La financiación de las JMJ está totalmente cubierta debido a este hecho; esto no es China y el Estado no sólo permite, sino que promueve la religión. La ley protege la visita del Papa. No entro en si está bien utilizar el dinero de todos para organizar eventos que no a todos conciernen; lo único que digo es que la ley lo permite.

Me da rabia que no se haya explotado la afluencia de peregrinos en cuanto a potenciar su gasto. Los vales de comida y los viajes de metro me parecen injustos. Deberían pagar hoteles en vez de dormir en polideportivos. Sólo pretendo ser práctica y recaudar un poco, nada más.

Pero fuera de eso, de que vengan a lo cutre y de que posiblemente se haya gastado más de lo que se va a recaudar, no me parece bien el rechazo que están soportando por parte de ciertos colectivos. Que sí, que no nos caen bien los curas, que son todos unos pederastas violaniños y todo eso... Vendamos los tesoros del Vaticano para llevar el dinero a Somalia y que los guerrilleros que controlan el país se lo queden y gasten en armas... Porque la solución a todos los problemas de la humanidad es abrir las fronteras, que la gente monte carpas en las plazas públicas y que una cantidad ingente de vagos (matizo: patrios y foráneos) viva a costa de la mendicidad y de las subvenciones de un Estado que agoniza... Y la culpa de todo esto, de que la sociedad esté siempre al borde de la guerra civil, es sin duda de los curas. Sí, claro, de los curas que predican y dicen misas. Porque no todos los curas (¡oh, gran revelación!) son unos pedófilos, no; algunos se limitan a decir y creer lo que otras muchas personas desean oír y también creer: que hay esperanza, que hay algo más.

Eso es lo que quiere la gran mayoría de toda esa gente que colapsa la ciudad, y es lo que tiene: fe. Yo no la tengo y a veces lo desearía, para no estar siempre perdida, pero no tengo esa suerte. 

Creo que todos esos de la marcha laica deberían plantearse si quizá no hubiese sido mejor idea manifestarse frente al Congreso de los Diputados. Tal vez hubiera sido más coherente gritar a los diputados que cambien la Constitución para que este tipo de eventos no se financie con gasto público, en vez de gritar a los niños cristianos que el representante de su dios en la Tierra es un nazi. 

Dejad vuestra doble moral y quejaos donde de verdad tenéis que hacerlo. Todos queremos un cambio. Pero hay dos formas de hacerlo, y siempre elegís la que pone a uno de los bandos entre la espada y la pared.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Promesas cumplidas- Luna nueva

Bueno, sigo con los resúmenes de la saga de vampiros luminiscentes. Hoy le toca al segundo libro, Luna nueva.

Un día, de repente, Eddy deja plantada a Bella en ese pueblo de mala muerte y se pira sin dejar ni rastro. Ella pilla una depresión y se pasa la mayor parte del libro hablando del agujero que se le ha quedado en el pecho tras la ruptura con el vampiro.

En esto que está deprimida, empieza a relacionarse más con el amigo Jacob, un chaval majete que vive en una reserva india, de esas que son como zoológicos pero para las personas. Se hacen best fiends forever y todo va genial, hasta parece que ya se le ha curado el agujero en el pecho y todo, pero un día al niño se le cruzan los cables tras un gripazo y decide que ya no quiere seguir viéndola.

Otra vez la pobre Bella agarrándose las tripas para no desmoronarse como un merengue, cuando descubre que lo que le pasaba al niño indio no era que no quisiera seguir siendo su BFF, sino que acababa de descubrir que era un licántropo y no quería meter en la vida de la chica más criaturas sobrenaturales.

Al final todo se arregla con Jacob y vuelven a ser amigos, además de una creciente tensión sexual que en ningún momento es aliviada.

Por otro lado, hay varios vampiros que quieren matar a Bella por motivos estúpidos, como que su olor es agradable para los vampiros o que matarla sería una forma de vengarse de Eddy por haber matado él en el primer libro al tío chungo que a su vez la iba a matar a ella. Chorradas para hacer más interesante el personaje de Bella, en el que sin duda se ve reflejada nuestra querida Stephenie Meyer.

Al final hay un malentendido ridículo en el que Eddy, desaparecido en combate, se piensa que Bella ha muerto, por lo que decide irse a Italia, que es donde por lo visto habitan los vampiros más poderosos, los Vulturis, para que ellos le maten (ya que, por lo visto también, los vampiros no pueden suicidarse solitos). Bella va detrás en cuanto se entera, le salva, los vampiros poderosos descubren que ella es especial (tampoco es que especifiquen en qué lo es), y les dejan libres con la condición de que sus amigos los vampiros vegetarianos la conviertan en uno de los suyos.

Eddy le dice a Bella una vez que llegan a casa que no la convertirá hasta que no se case con él, vuelve a mudarse al pueblo, y ya está.

Fin.

viernes, 29 de julio de 2011

Consejo capilar

Aún a riesgo de parecerme a una de esas peluqueras de barrio que hacen tutoriales de belleza y los cuelgan en Youtube, tengo que comentar algo acerca de los champús Pantene.

Los champús Pantene, amigos y amigas, son una maldita mierda. Por lo visto si tienes el pelo seco son maravillosos, pero si lo tienes normal o graso como yo, los primeros días te gusta porque huele bien, pero luego se te forma (inmediatamente después de usarlo) una película de consistencia pegajosa que no se quita con agua.

No sé de qué diablos están hechos estos instrumentos de Satanás, pero ahora tengo el pelo convertido en un grumo gigantesco y le deben estar pitando los oídos a los creadores de tan maléfico champú.

Mi briconsejo para todos vosotros es que uséis los champús más baratos del mercado, esos que se llaman Deliplus o Alipende, y que únicamente contienen lo indispensable para lavarte el pelo Y YA ESTÁ, sin mierdas suavizantes ni rollos acondicionadores.

Qué asco, por Dios. Ahora mismo me voy al Mercadona a comprarme un champú de esos de litro y medio.

jueves, 21 de julio de 2011

Leyes

Estudiar Derecho es como escalar una larguísima escalera de cuerda. Al menos en mi caso.

Empiezas en el suelo. La escalera es larga y su final parece inalcanzable. Te sientes falto de fuerzas y de voluntad. No quieres subir. No quieres obligarte a comprender por qué tienes que subir hasta lo alto de esa maldita escalera.

Hoy he releído algunas hojas del diario que escribí cuando tenía doce años. En una de ellas decía que, tras haber leído algunos trozos de la Constitución, las leyes me parecían un impedimento de las personas para ser quienes son por naturaleza. Barreras artificiales sin ningún sentido. Ironías de la vida que haya terminado estudiándolas.

Una vez que vences las primeras reticencias, trepas los primeros escalones. La subida es fatigosa y, a medida que el cansancio se incrementa, va pareciendo cada vez más y más inútil.

Pero entonces miras hacia abajo y piensas que si bajas ahora todo ese sufrimiento no habrá servido para nada.

Mientras todo esto pasa en la superficie de tu cerebro, en su interior una serie de cambios se apoderan de él. Las leyes empiezan a asentarse en tus neuronas, haciéndote pensar cosas que nunca antes habrías imaginado, convirtiéndote en una persona mucho más racional y cuadriculada. Eliminando, en definitiva, gran parte de tu capacidad imaginativa y abstracta. Los grises se van, dejando sólo lugar a negros y blancos.

Y entonces, cuando ya estás casi en la cima, aunque la mayor parte del tiempo eres consciente de que todo eso que has aprendido no tiene la mayor aplicación práctica en el mundo natural, en el mundo REAL, desarrollas una especie de Síndrome de Estocolmo hacia las leyes. Ya todo gira en torno a ellas. Las barreras han entrado dentro de ti.

Y entonces sigues subiendo.

miércoles, 20 de julio de 2011

Promesas cumplidas- Crepúsculo (II)

Bella y Edward empiezan a salir a la mitad del libro. Al ser ella humana y él vampiro, él está constantemente reprimiendo su sed de sangre, así que tiene que poner a prueba sus fuerzas cada vez que la toca o la besa. Como son norteamericanos y cheerleaders y jugadores de baseball, a la cita número dos ya están conociendo a sus respectivas familias. Él se lleva a la pobre Bella a su nido de vampiros-familia, y una de sus hermanas les invita a jugar un partido de baseball en el campo. Ella, como es un corderito inocente y no ve lo que se le viene encima, dice que sí muy alegremente, como si no estuviera rodeada de potenciales asesinos (potenciales digo porque son vampiros vegetarianos que no comen humanos).

Total, que van al campo y ella no juega a nada porque es torpe, y más en comparación con los súper poderes de los vampiros. En esto que están ahí bateando y a ella cayéndosele la baba cada vez que mira los abdominales perfectos de Edward, cuando llega un grupito de tres vampiros foráneos. Obviamente, uno de ellos se la quiere comer, así que los vampiros vegetarianos urden un plan para sacar a Bella del pueblo y ponerla a salvo en Phoenix. El caso es que el vampiro que se la quiere comer, James, le engaña vilmente haciéndole creer que tiene secuestrada a su madre, y la chantajea para que no le quede más remedio que entregarse a cambio de salvar a su madre.

Y Bella, como es la perfecta mártir, se entrega. Sufre unas cuantas contusiones antes de que su amado Eddy y toda su familia vampírica la salven de las garras del malvado James.

Unos cuantos días hospitalizada y otra vez a los brazos del luminoso Eddy.

Fin del primer libro.

lunes, 11 de julio de 2011

Confesión de antes de cenar

Si el color del agua en un mapa no es azul, probablemente empiece a frustrarme por no reconocer qué países se esconden tras esas formas raras. Confundo el mar con la tierra si me los cambias de color.

viernes, 8 de julio de 2011

Promesas cumplidas- Crepúsculo (I)

Hay gente que odia los best-sellers porque sí, porque si gustan a la plebe entonces son una mierda como el Sálvame Deluxe y no merecen la pena. Hoy no pienso ponerme a filosofar sobre etiquetas, prejuicios y demás chorradas. Yo también los tengo, así que me limitaré a hacer lo que prometí: resumir los libros de Stephenie Meyer porque he aprobado (oh, sí, beibi).

Bella es una chica de la cual su madre dice que nació con treinta y cinco años. A pesar de su edad mental, tiene diecisiete, por lo que las relaciones con gente de su edad se le hacen un poco frustrantes. Antes vivía en Phoenix, pero ahora que su madre tiene una relación, ha decidido apartarse e irse con su padre, Charlie el policía, a un pueblo perdido llamado Forks. El contraste de climas le disgusta al principio (del calor al frío), pero no tiene más remedio que terminar acostumbrándose.

En Forks descubre cosas de ella que desconocía. La chica nueva que aparece en mitad del curso en el instituto atrae las miradas de todos, cosa que nunca le había pasado en Phoenix, donde nadie se fijaba en ella. Ahora levanta las pasiones de algunos chicos (y también las envidias correspondientes de sus enamoradas). Pero eso a ella le da igual. Sólo tiene ojos para el chico extraño y labrado en mármol que se sienta a su lado en Biología. Edward. Es tan perfecto que es obvio que nunca va a poder hablarle. Tiene unos hermanos muy raros e igual de guapos que él. Y todos parecen igual de inaccesibles. Hasta que un día Eddy salva a Bella de morir atropellada, empujando un coche de varias toneladas con sus manos desnudas, y entonces ella inicia el interrogatorio contra él.

Poco a poco empiezan a hablar. La química es inmediata. Y además él es un vampiro. Pero no en plan dramático; lo hablan, ella le mira esos abdominales perfectos y decide que se la suda cómo sea siempre que esté así de macizo. Siempre está apoyado en la pared de enfrente cuando ella sale de sus clases, esperando con una sonrisa pícara. Él ya no come con sus hermanos y ella ya no se sienta con Jessica a la hora del almuerzo: se sientan juntos y él la mira mientras ella come. La recoge todos los días de la puerta de su casa para ir juntos a clase... Es un chollo de tío. 

Este libro gusta tanto a las niñas porque les da ilusión para creer que el maromo inaccesible que les gusta un día pueda sufrir una conmoción y enamorarse perdidamente de ellas, sin importarle que ellas sean guapas o feas. Simplemente recordándoles lo importantes que son. 

No está mal. Es una historia refrescante y de ficción absoluta en la que se engaña a las niñas freaks para que crean que tienen al alcance de su mano al chico que les gusta. Es cruel, pero no está mal.

Sigo leyendo.

martes, 5 de julio de 2011

Lameculos y pijosdemierda

Uno de mis tíos de los que hace varios años nadie sabe nada dijo una vez que en esta vida, para triunfar, hay que saber chupar muchos culos. Yo hoy estoy cabreada porque los lameculos tendrán un lugar en el mundo, sean cuales sean sus aptitudes.

Stephenie Meyer me ha salvado y voy a tener que leerme su saga de vampiros ñoños (que ya he empezado). 

Estoy cabreada a pesar de haber aprobado.

No me gusta tener que hacerme amiga de un imbécil al que no conozco de nada sólo porque si no le hablo nunca me enteraré de cuándo están puestas las notas. Se supone que la universidad es ese sitio maravilloso que no tiene nada que ver con el colegio y en el que la gente entra y sale con el único propósito de sacarse el maldito título. No entiendo por qué me obligan a ser sociable, a hablar con otros o a darles mi e-mail a otros. Existen herramientas maravillosas a través de las cuales los profesores se ponen en contacto con los alumnos sin tener que utilizar un intermediario de carne y hueso, sobre todo cuando ese intermediario es un pijo de mierda que se relaciona con un círculo cerrado de aproximadamente cinco personas y más allá del cual nadie sabe nada nunca.

Estoy cabreada porque no puedo fingir. Cuando este profesor estúpido hacía bromas sobre la sobreprotección del medio ambiente o la inutilidad de penalizar a aquellos que circulen a más velocidad de la permitida, esta panda de lameculos se reían. En esas clases infumables en las que él se limitaba a hacer comentarios personales y rara vez avanzaba en la materia, estos anormales levantaban la mano y hacían preguntas que parecían haber sido elaboradas durante horas y tras consultar miles de manuales sobre el tema, preguntas que a mí ni se me pasan por la cabeza. A veces desearía poder ser tan falsa y tan trepa. Pero luego les miro y veo el asco que me producen y se me pasa.

Estoy cabreada pero también estoy orgullosa. He conseguido aprobar sin chuparle el culo a nadie.

Y lo pienso seguir haciendo.

miércoles, 15 de junio de 2011

Estrechando el círculo

Interrumpo mi período de reclusión estudiantil voluntaria con motivo de una serie de acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días, y que tenía que comentar.

Lo que vi en la concentración de Sol, hace ya casi un mes, me produjo la sensación, en general, de que asistía a los inicios de una revolución democrática, pacífica y legal. En conjunto, me gustó. La gente llevaba pancartas con frases ingeniosas y el ambiente era de triunfo. La gente parecía estar en armonía, sin malos rollos ni mierdas de esas que suelen surgir cuando hay una aglomeración de españoles. El buen rollo es la base para que este país deje de estar en manos de los mismos sinvergüenzas de siempre, esos que viven de intentar separarnos, y empiece a funcionar, al menos eso creo. No me gustaron, como contrapartida, las reivindicaciones a la "revolución feminista", que me parecieron totalmente fuera de lugar en un país en el que los derechos de hombres y mujeres están total y absolutamente equiparados y garantizados, ni tampoco la zona dedicada a tíos sin camiseta tirados en el suelo, medio dormidos y con una nube de humo de procedencia incierta flotando sobre sus cabezas. Pero eso, como ya he dicho, no manchó la imagen que en conjunto me provocó la concentración.

Salí de allí con la certeza de que Esperanza Aguirre ganaría de todas formas las elecciones autonómicas, por la inercia que tiene la gente cuando se trata de ir a votar, pero también con la ilusión de que, al igual que yo había percibido el triunfo, la sensación de haber ganado un poco, otros muchos también lo sentirían, dejarían de apostar por el caballo ganador e iniciarían la lucha por el cambio.

El cambio, que no supone la destrucción de los partidos políticos actuales, por mucho asco que nos den o muy podridos que estén, sino su evolución, la evolución del panorama político al completo, que ni mucho menos debe hacerse con un golpe de Estado, pero sí progresivamente, sin prisa pero sin pausa. En cuanto a la corrupción, nada de progresión. Hay que borrarla de golpe, o los españoles empezarán a matarse unos a otros (otra vez).

Me sentí bien al pensar que no estaba sola cuando pensaba que este país se va a pique con esta mierda de clase política que lo único que hace es criticar al contrario y no aportar soluciones. Otros pensaban como yo y poco a poco, de forma legal y democrática, íbamos a lograr el cambio.

Pero entonces la cosa se ha empezado a torcer. Aquellos que en teoría (todavía no sé si creérmelo) convocaron manifestaciones en toda España para criticar nuestra situación, ahora se dedican a perseguir políticos en Cataluña y concentrarse delante de la vivienda familiar del señor Gallardón en plena noche a increparle. A mí los escupitajos, empujones, insultos y provocaciones a estos señores, por muy corruptos que sean o por muy mal que nos caigan, no me parece ni por asomo la forma adecuada de proceder para iniciar una revolución política PACÍFICA Y LEGAL. Me parece la reacción infantil de un grupo minoritario de aspirantes a delincuentes, sí, de esos que okupan casas y viven del dinero que les pasan sus padres y se dedican a prender fuego a los contenedores en sus ratos libres, que lo único que persiguen con estos comportamientos es desprestigiar el movimiento revolucionario que tanto bien ha hecho en el pensamiento crítico de muchos ciudadanos que ahora se desvinculan totalmente de la idea del cambio sólo porque a estos perroflautas se les ha ido de las manos.

El cambio, en un Estado democrático, se consigue a través de la ley, no de la violencia.

No sé de quién habrá sido la culpa. Pero a mí esas pataletas no me representan. No me quiero ni imaginar un Gobierno gestionado por gente que soluciona sus problemas insultando y escupiendo a los demás.

Así NO se hacen las cosas.

viernes, 3 de junio de 2011

Promesa electoral

Estoy de exámenes y estoy histérica. Cuando estoy nerviosa por los exámenes y la inseguridad me puede, me gusta hacerme promesas estúpidas del tipo: "si apruebo veré Pesadilla antes de Navidad ENTERA", en una especie de ofrenda de sufrimiento a cambio de librarme de estudiar lo mismo una y otra vez. La cosa más supersticiosa del mundo, pero oye, que cuando te ha funcionado alguna que otra vez dices: "¿y por qué no va a ser verdad? ¿Acaso Dios- o Tim Burton- tienen cosas mejores que hacer que verme sufrir?".

El caso es que me encomiendo a la peli que más odio o las actitudes que más rechazo.

Y ahora, sin más dilación, he aquí mi ofrenda para los exámenes de junio: si apruebo TODAS y cada una de las asignaturas a las que me he matriculado, no unas cuantas, ni tampoco la gran mayoría, sino TODAS, prometo leer LA SAGA COMPLETA de Crepúsculo, y para demostrarlo haré un breve comentario al finalizar cada libro.

Este año, Stephenie Meyer tiene mi futuro en sus manos.

Y sí, es del todo lícito que os preguntéis qué hago que no estoy estudiando en vez de estar perdiendo el tiempo con la chorrada de la ofrenda. La chorrada de la ofrenda, amigos, es importante. Es como poner una tostada con mermelada en la espalda de un gato y dejarlo caer por la ventana.

Nos veremos el mes que viene.

viernes, 27 de mayo de 2011

Fútbol y democracia

Están desalojando la Plaza de Cataluña porque este sábado juega el Barça y los políticos entienden que hay una clara prioridad de aquellos quienes quieran celebrar la victoria de su equipo sobre aquellos otros que reivindican sus derechos. 

El fútbol vale más que nuestro futuro. Me consta que a los políticos no les interesa que haya gente día y noche ocupando las principales plazas y zonas turísticas de España mientras les insultan a la cara lo que son, unos ladrones mentirosos con aires dictatoriales que se pelean cada día en el Congreso no por nuestro bienestar, sino por nuestro dinero. Lo que me cabrea, me enerva y me ofende de verdad es que los ciudadanos, los que cada año que pasa dan más dinero a Hacienda para poder pagar las pensiones de toda esa gentuza inútil a la que mantenemos, los que tendrán que jubilarse a los 67 años para cobrar una miseria que podrán disfrutar durante aproximadamente diez años, que será lo que tarden en morir, los que cada día tienen menos derechos y más obligaciones; todos esos ESCLAVOS, en resumen, defienden a quienes quieren sacar ese resquicio de esperanza de nuestras calles, alegando que los comercios de las zonas están sufriendo las consecuencias y CHORRADAS PARECIDAS. 

Aquí lo que está claro es que el pueblo sólo es necesario cuando se trata de sacarle los cuartos. Lo que importa es que las tiendas estén llenas de ESCLAVOS para poder seguir llenando las arcas del Estado y poder seguir pagando desfases como son los sueldos de alcaldes, senadores, concejales, ministros y demás escoria que sólo abre la boca para pedir más. 

Lo siento mucho por los esclavos que tengan pérdidas por culpa de que haya otros reivindicando SUS derechos. Lo siento mucho por los esclavos que sólo ven que este mes pueden pasar apuros económicos. Pero es precisamente porque no es justo que pasen apuros económicos por lo que toda esa gente está ahí, manifestándose, quejándose y ocupando un espacio. Es POR ELLOS. Porque mientras haya PARÁSITOS chupando del bote durante lo que les quede de vida, y mientras sea más importante una mierda de partido de fútbol que los futuros de millones de personas, este país va a seguir igual. La gente válida va a tener que seguir emigrando para encontrar un trabajo bien pagado, y los analfabetos belenestebanizados que votan compulsivamente a sus partidos predilectos sin pensar en toda la mierda que hay detrás se quedarán aquí. Manchando este país, por si no estaba ya suficientemente lleno de mierda.

Lo que no saben estos políticos es que pueden desalojar las calles cuantas veces quieran. La revolución no está en la Plaza de Cataluña ni en la Puerta del Sol. El cambio está en nosotros. 

jueves, 12 de mayo de 2011

El profesor de la Muerte

Hay crímenes más asquerosos que otros. Hay muertes merecidas, muertes indiferentes, y muertes que dan rabia y asco a partes iguales. Hay gente que merece su suerte. Y gente que no podrá ser vengada jamás.

Supongo que Antonio es un nombre falso. Da igual si no lo es. Es un nombre muy común. Antonio tenía 75 años y vivía en en edificio en ruinas. Dormía en un colchón de gomaespuma y comía sobras de un puchero. Era un viejo vagabundo. Un día, dos asesinos en potencia entraron en la finca abandonada y le agredieron, humillaron, lanzaron por el balcón y después prendieron fuego. Se fueron, transformados en asesinos reales.

No hay sentencia en este país capaz de mitigar el daño que hicieron. No sólo al pobre Antonio, sino también a la especie humana. Gentuza como ellos hace que cada día me avergüence más de ser una persona y no un animal.

La razón de la agresión es bien simple: la vida de Antonio era rastrera y miserable, era motivo de burla, y era el justificante de cada puñetazo, patada y golpe que le propinaron. Para esos dos asesinos, Antonio no era una persona, era una alimaña, por lo tanto, su vida no valía nada. Habrían hecho lo mismo con un gato o con un contenedor de basura.

Si hay algo que dé más asco que vivir en una sociedad de la que forman parte asesinos inconscientes como ellos, es comprender sus mentes y el por qué de sus actos. Ojalá no hubiera una justificación para tanta depravación y simplemente estuvieran locos.

lunes, 2 de mayo de 2011

La trágica muerte de Bin Laden

Nos cuentan los estadounidenses que Bin Laden ha sido acorralado y abatido a tiros y que ha muerto, y que esta muerte supone una gran victoria contra el terrorismo. Nos cuentan también que después de matarlo lo han arrojado al agua. No hay cadáver; mal pensado. Vosotros nos habéis enseñado que sin cadáver no hay delito. A ver ahora cómo calláis a los escépticos.

Yo no dudo que una persona (al menos) haya sido abatida a tiros hace unas horas, sin brindársele el derecho a un juicio (ya no justo, porque no dejaría de ser un paripé como el de Sadam, pero al menos un juicio), alarde del Estado de Derecho y libertad del que hacemos gala continuamente los Estados del "primer mundo", y que intentamos por las buenas o las malas contagiar a los demás. No dudo de los hechos, que por otro lado son criticables por la- de momento- ausencia de pruebas. Dudo de las formas.

Puede que Osama Bin Laden fuera un asesino, culpable de las muertes de miles de personas, en nombre de una religión transformada por el odio. Puede que fuera el cabeza de turco de algo mucho más grande, el escudo de un red establecida a lo largo de todo el mundo y que tiene como objetivo llevar a cabo la guerra menos santa de la Historia. No quiero meterme ahora en teorías conspiratorias.

A mí no me parece que abatir a tiros a una persona sea hacer justicia. Igual que no me parece justo que el sábado muriera un hijo y tres nietos de Gadafi a causa de un bombardeo de la OTAN. El atentado de las Torres Gemelas fue algo que no se olvidará jamás. Los trenes explosivos del 11 de marzo en Madrid serán aún más inolvidables para los que vivimos a un tiro de piedra de la estación de El Pozo. Acción y reacción.

No sé quién tiró la primera piedra. Ni me importa. Pero esto es una mierda y sólo la Razón nos hará pararlo. Y yo no veo Razón por ningún lado.

Espero que la gente se dé cuenta, en vista de estas pequeñas acciones, como la ausencia de juicio o los bombardeos por conveniencia, de que no hay ni por asomo tanta diferencia entre criminales y víctimas.

¡Abrid los ojos, malditos, y cambiad el mundo!

jueves, 14 de abril de 2011

14-23

Llevo escritas catorce páginas de algo que no sé muy bien qué es. Supongo que no será nada, como siempre. Una idea que empieza fuerte y termina vacía. Que muere en la página veintitrés.

Esta vez es como las otras, pero es diferente.

Es diferente porque yo soy diferente.

Cada día que pasa soy más fuerte.

Lo noto.

Y me encanta.

viernes, 8 de abril de 2011

Aplauso

Un gran aplauso para Beatriz de Vicente, la profesora y criminóloga que participa en Espejo Público, con relación al caso de Joan Vila, el celador de Olot. ¿Por qué se lo merece?

- Por desvincularse de la rutina del programa de la Griso en el que los malos son muy malos y los buenos unos santos.
- Por decir que el peritaje de una psicopatía no lo puede hacer un psicólogo, sino un médico psiquiatra.
- Por loar al abogado defensor e instarle a que no acepte el dictamen psicológico que dan del acusado los psicólogos.
- Por ignorar las bromitas jocosas de uno de sus compañeros de plató al preguntarle si no sería ella la guionista de las películas de Hitchcock.
- Por no prejuzgar. De verdad. Me ha llegado al alma. Creía que ya no estaba permitido dejar hablar a gente sin prejuicios en la tele.

Por todo eso y muchas cosas más, le dedico un aplauso a esta inteligentísima señora.

viernes, 1 de abril de 2011

Esa gran mole inútil

La justicia es injusta. Debería matizar: la Administración de Justicia es injusta. La Justicia es trascendente y no tiene nada que ver con los años de cárcel o la pena de multa que te caiga por hacer esto o lo otro. La Justicia pone a cada uno en su lugar, tarde o temprano. Creo en la Justicia. Pero no en la Administración de Justicia. No en la Administración, así en general.

La Administración es una mole torpe, vaga e incompetente que sirve para chupar del Estado prevaleciéndose de su superioridad jerárquica. La Administración ES el Estado, es como el demonio que posee un cuerpo. España está poseída por ese monstruo ridículo y lento que es la Administración. No hay nada superior a ella. Está en todas partes, lo impregna todo con su hedor. No puedes hacer nada sin que la Administración esté presente. Cuando naces, cuando estudias, cuando trabajas, cuando te reproduces, cuando enfermas, cuando te mueres. Siempre vigilando, siempre atenta a lo que se te pueda caer del bolsillo para engordar aún más sus filas de parásitos. Puede que en algún lugar recóndito de la Administración exista un funcionario competente. Pero sin duda su labor está eclipsada por las malas formas, las ausencias, los silencios y la tardanza del resto de sus compañeros. Desde aquí animo a los funcionarios que me lean a que pueda tragarme estas palabras y cada uno de los pensamientos que se me pasan por la cabeza cada vez que voy al INEM.

Quién no se ha sentido como un delincuente cuando un policía le ha detenido en un control de tráfico. Por qué mierdas no comen más All Bran y piensan un poco en una cosa muy bonita que se llama presunción de inocencia. Sí, tienes obligación de hacerme parar, pero no me mires como si fuera de la ETA. No cuesta tanto ser amable.

Y ahora le dicen a la panadera de mi barrio que no puede tener un horno en su tienda. El Ayuntamiento. La Administración. Que si no lo quita la van a multar. Repito: que la panadera no puede tener un horno. Cómo va a hacer el pan sin horno, me pregunto. Y salen por la tele los funcionarios que fichan y se van y no puedo evitar reírme. Es tan injusto y tan absurdo que no puedo evitar reírme.

Pobre Shao. Ojalá esa gentuza trabajase un sólo día hasta las once de la noche como ella. Se les iba a quitar la tontería.

miércoles, 16 de marzo de 2011

De canales y presas

Yo tengo una familia muy numerosa. Me refiero a que tengo tantos primos que no sé los nombres de algunos. Claro que esto quizá se deba al hecho de que la familia ha sufrido alguna que otra escisión. Es como España, conflictiva e inestable. Qué le vamos a hacer.

Yo no sé qué es lo que pasó. Puedo hacerme una ligera idea. Sé cómo soy yo, y sé que mis tíos tienen algo más grande de lo que tengo yo por dentro. Pero lo tienen, y a veces, cuando una energía no se libera, algo mucho más fuerte de lo que en principio era se viene abajo. Como una presa que retiene más agua de la necesaria y al final la presión ejerce su fuerza. Ellos estallaron. Y desaparecieron. Y ahora yo tengo primos que no reconocería aunque estuvieran en el asiento de enfrente en el metro.

Y entonces hay un canal. Una prima a la que sí conozco ha establecido contacto con una de las desaparecidas. Yo no la veo desde hace catorce años, y tengo veintiuno, así que os podéis imaginar que no retengo gran cosa de la chica. Era una niña rubia y de pelo rizado, ojos azules y cuatro años. Ahora puede votar.

No sé qué les pasó, repito. Pero no les culpo absolutamente de nada. Cuando todo se vuelve blanco, o negro, o rojo, sale la verdadera naturaleza de esta familia. El ser primigenio. Y entonces dejamos de atender a razones.

Y luego está el orgullo, del que también hacemos gala, que impide el arrepentimiento.

viernes, 11 de marzo de 2011

Complejo de Bruce Willis

Le decía el cura de "El quinto elemento" a Bruce Willis que la violencia engendra violencia. Seguro que lo han dicho miles de pacifistas y beatos a lo largo de la historia, pero yo me muevo más por las enseñanzas de Bruce Willis y sus películas. Porque "yo sólo hablo dos idiomas: normal y con tacos", y demás perlas de la sabiduría encerradas en ese señor tan calvo y puñetero.

Me voy por las ramas.

Lo digo por el asuntillo de Libia, del que, como siempre, nadie sabe de la misa la mitad. Y cuando digo nadie me incluyo, por supuesto. Yo no soy una fuente de conocimiento infinito como el amigo Bruce.

Vierto aquí mi opinión personal. Europa no debería intervenir en el conflicto. ¿Por qué?

- Porque el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas establece que para intervenir en un conflicto internacional tiene que estar en peligro la paz internacional, o bien que ésta haya sido vulnerada, o bien que haya habido una agresión a otro Estado. Y señores, una guerra civil no supone un conflicto con otros Estados. Es un conflicto interno, que deberán resolver los libios por sí solos, sin que nadie meta las narices.

- Porque no habla la solidaridad con la gente que ha muerto/ está muriendo/ vaya a morir. Habla el temor de que nos quedemos sin petróleo. Y como nos han amenazado de que no nos lo van a dar, nosotros nos planteamos eso de "intervenir para ayudar a los pobrecitos libios".

- Porque todos sabemos qué va a pasar si al final Europa interviene. Que dejaremos un país hecho una mierda, abandonado a la buena de Dios (o de Alá), y a lo mejor con un poco de suerte hasta ahorcamos a otro dictador. Que ya hacía mucho que no ahorcamos a uno y nuestros gobernantes tienen mono.

- Porque incurriremos (al menos en el caso de España) en una contradicción de proporciones apocalípticas. ¿Que por qué? Era el PSOE quien oponía como motivos para su elección que ellos no querían la guerra de Irak y que intervenir les pareció una salvajada y que "oh qué malo Aznar mira lo que les ha hecho a los pobres moritos que ahora nos vuelan por los aires los trenes" (que también tiene huevos la cosa que haya gente que todavía piense que volar unos trenes y unas cuantas -muchas- vidas está totalmente justificado porque España intervino. No tiene perdón, ni explicación). El caso es que si ahora a Zapatero le da por meterse en el ajo, a los españoles nos reventará el cerebro (si es que aún nos queda algo dentro de estas cabezas cuadradas que tenemos, la que escribe incluida) cuando nos toque ir a votar el año que viene en las generales. Porque una de dos, o tenemos unos políticos bipolares, o más bien son unos hipócritas de mierda sin convicciones ni ideales que sólo aspiran a llevarse más votos y, con ello, más dinero para sus sucios bolsillos (como si dudáramos de la respuesta).

No me considero una persona pacifista. Es más: creo en la violencia como vía de escape y venganza. Las personas somos violencia, rabia y sangre. Pero somos adultos, y creo que cada cual debería preocuparse más por lo que tiene en casa que por los problemas que puedan tener los demás en las suyas. Los Estados con conflictos internos necesitan solucionar sus problemas por sí mismos para poder evolucionar. Menos movidas internacionales y más implicación aquí dentro. Y menos hipocresía y egoísmo. Eso es lo que quiero. Y seguro que es lo que quiere la gran mayoría de ciudadanos del mundo. Y no tanta mierda y tanto héroe. Que hay mucho héroe suelto últimamente.

Y no precisamente Bruce Willis.

lunes, 7 de marzo de 2011

Publicitando de forma gratuita a Hyundai


NECESITO saber cómo se llama la canción que suena de fondo en este anuncio. Me suena muchísimo, pero no tengo ni idea de qué puede ser.

domingo, 27 de febrero de 2011

Respuesta indebida

El otro día decía que la gente es tan estúpida y yo tan superior que a veces (muchas veces) prefiero cerrar la boca y pensar en otras cosas. Lo decía porque leí una cosa que me cabreó mucho. La persona que lo escribió no merece que continúe pensando en su patética aportación, pero creo que cualquiera que pase por aquí y tenga un mínimo de sentido común merece saber de qué hablo para así comprender que no es que tenga en gran estima mis aptitudes intelectuales, al contrario, lo que pasa es que desprecio, escupo y rechazo de forma tajante pensamientos tan infantiles... qué digo infantiles, los niños son creativos, imaginativos, rechazo esa mierda de teorías acerca de que los malos son muy malos y los buenos sufren cada día que pasan sobre este mundo. Es más: rechazo esa concepción de buenos y malos. No hay buenos, y no hay malos. Excepto en contados casos, creo. La gran mayoría estamos en el limbo de la moral, sin saber dónde estamos pisando, y despertando cada mañana inclinados hacia uno u otro lado.

En fin, la gran filósofa que alteró mis pacíficos pensamientos hablaba de la independencia política y territorial de algunas de las Comunidades Autónomas de España. No tengo nada en contra de la escisión de Cataluña, País Vasco o Vallecas (si así lo desea), todo lo contrario. Si es deseo del pueblo constituirse en un nuevo Estado, creo que merece todo el apoyo y respeto del resto de la población. Al fin y al cabo, no puedes retener a alguien contra su voluntad donde no quiere estar. Pero en fin, no me justifico más. La susodicha comenzaba exponiendo una serie de motivos por los cuales no le gusta ser vinculada con España, por ejemplo, que los españoles somos unos maleducados, que un señor alemán dijo una vez en un comentario en Youtube que había pasado tres años en este país y que la gente no le respetaba por su diferente nacionalidad, que no le gusta ser vinculada con un país que asesina toros, o que es la cuna de analfabetos más grande de Europa.

Lo de los toros a mí también me parece asqueroso. Pero puedo defender al resto de España con esto: correbous. Nada más que añadir a ese respecto.

En cuanto a todo lo demás: insultar a los españoles para demostrar que tú quieres dejar de ser española es asqueroso. Tú eres una persona asquerosa. Una analfabeta (no sé si el resto de españoles, pero tú en concreto sí) que no es capaz de formular sus ideales sin denigrar y despreciar a toda una nación. Ten lo que hay que tener (cerebro) y formula tu propia doctrina no gracias a las miserias de otros, sino a tus propios logros. Si tú no quieres ser española lo que tienes que hacer es meterte en política, ganar las elecciones, cambiar las leyes y alzar una valla. No insultar a gente que no te ha hecho nada. No insultarme a mí o al resto de los que sí queremos ser españoles. Tus razones son estúpidas. Hay muchos españoles que podrían quejarse igualmente de cómo los trata la gente de otros países. De cómo les tratan los alemanes, por ejemplo. O de cómo en el Reino Unido hay un determinado día del año en el que hacen una cosa muy divertida que se llama "cazar al hispano", que consiste en buscar a alguien hispanohablante y darle una paliza. Pero eso no cuenta, porque los ingleses son muy cool y, sobre todo, no son españoles.

La gente que es capaz de argumentar por qué desea lo que desea tiene todo mi apoyo, aunque me parezca mejor o peor. La gente burda como tú no lo tiene. Espero que crezcas y te des cuenta de lo imbécil que eres y de que esos no son los argumentos correctos.

viernes, 18 de febrero de 2011

El buen hijo

Le plantea Elijah Wood a la psicóloga en "El buen hijo" si ella cree en la maldad gratuita. Si piensa que hay gente que, sin ningún motivo, hace cosas malas. Sólo porque disfrutan haciéndolo.

Hay gente que es como es porque le empujó la circunstancia. Gente que, por azares de la vida, se ha vuelto resistente a cosas que romperían a alguien normal, o gente que se ha vuelto voluble, y a la mínima saltarán por los aires como uno de esos almacenes de fuegos artificiales que explotan de vez en cuando. Dejan de ser personas normales para ser lo que el destino, o lo que sea, ha querido hacer de ellas.

Pero yo al menos pienso igual que Elijah. Que hay otro grupo de personas, tal vez no muy grande, que es así porque es así. Y no hay que darle más vueltas. No tuvieron una vida difícil, no estaban tristes, no tenían problemas, y sin embargo son ASÍ. Son la maldad en estado puro, porque no hay defensa de un ataque, no se trata de repeler una futura herida, se trata de causar un daño por la satisfacción insana que eso pueda producir.

El mal existe. No necesitamos demonios ni ciencia ficción. Tenemos humanos para eso.

martes, 1 de febrero de 2011

Mentiras

Nos dicen que somos el poder constituyente. Que representamos la democracia. Que hacemos las leyes. Que nuestra voz es la que maneja todo este tinglado que es el Estado español.

Pues yo digo que es mentira.

Que la Constitución la votamos sin leerla y mucho menos escribirla.
Que la separación de poderes no es tal.
Que Ejecutivo y Legislativo son la misma cosa, pero cobrando dos veces.
Que la democracia de la que se habla en las leyes es una pantomima.
Que ni tú ni yo votamos las leyes que nos rigen.
Que votamos una vez cada cuatro años para decidir quién queremos que nos chupe la sangre.
Que nos vamos a jubilar a los 67 para que esos vampiros puedan tener sueldos vitalicios.
Que manipulan nuestras mentes a través de los medios.
Que nos enfrentan para dividirnos y mantener vivo su oligopolio.
Que no corre sangre azul por las venas de esa familia tan fértil y tan campechana que encabeza nuestro Jefe de Estado.
Que somos el mismo pueblo llano analfabeto, despreocupado y explotado de hace cinco siglos.

También os digo que somos muchos. Madrileños, catalanes, vascos, gallegos, valencianos, andaluces, cántabros, navarros, castellanos, canarios, baleares, riojanos, murcianos, extremeños, asturianos, aragoneses, ceutíes y melillenses. Somos muchos y somos fuertes, tenemos la revolución al alcance de nuestra mano. Dejemos las disputas a un lado, porque eso es lo que quieren, y los tendremos cogidos por los huevos.

Hoy estoy rousseauniana. Y deberíais estarlo todos vosotros.

sábado, 29 de enero de 2011

De prostitutas y puteros

Hoy, quiero hablar sobre la prostitución y mi opinión al respecto.

Hay una serie de mujeres que se dedican a practicar sexo a cambio de dinero. A mí eso no me parece mal, me parece una forma como cualquier otra de comerciar. Si quieres utilizar tu cuerpo como moneda de cambio, bien por ti. Tu cuerpo es tuyo y haces lo que quieres con él. Siempre y cuando te prostituyas porque quieres, y no porque un depravado te obligue bajo coacción.

El problema no reside en que una mujer a lo largo de su vida decida dedicarse a la prostitución. El problema reside en que hay demanda de este servicio. En el siglo XXI, hay demanda de sexo por dinero. En el siglo XXI, hay quienes aún no son capaces de controlar sus más básicos instintos (los que sin duda en otro tiempo empujaban a violar campesinas en los caminos). Y a mí eso, opinión puramente personal, me parece asqueroso.

Que no me vengan ahora los vecinos de la calle Montera, u otras zonas de España donde se ejerce la prostitución en las aceras, diciendo que no quieren que esas guarras estén ahí, que les llenan los portales de condones y asustan a sus hijitos inocentes cuando vuelven a casa de farra a las cuatro de la mañana. La culpa no es de las prostitutas, la culpa es de los puteros. Que no son capaces de guardarse la chorra en los pantalones y tienen que acudir a una de estas señoras. Que no piensan en si esa señora estará haciendo eso porque quiera, porque la obligan o porque lleva años en paro y aún no encuentra trabajo y es lo único que puede hacer para alimentar a su familia. Que sólo piensan en tetas, culo y vagina y se olvidan de todo lo demás. Eso es lo que me da asco. ASCO.

Puteros del mundo: el día que os extingáis dejará de haber mujeres y hombres, y empezará a haber personas.

domingo, 23 de enero de 2011

L. S.

Es un personaje que me fascina, nunca voy a parar de decirlo, o de pensarlo. Está completamente sola, pero no cree que necesite ayuda. No es débil. Es de hierro. Siempre tiene sed de más. Nada es suficiente. Nada basta.

No es normal. Es algo que nos ha chocado a todos los que la hemos conocido. No es el típico personaje. No es la típica chica. Ni siquiera pienso que se considere a sí misma como una mujer. Es sólo una persona que no entiende por qué la vida está esquematizada y ordenada de forma tan frustrante. Por qué no puede simplemente hacer realidad sus deseos sin tener que rellenar un formulario previo. Esa maldita burocracia que controla nuestras vidas, la burocracia social, que te obliga a llevar una determinada conducta si quieres vivir dentro de estas fronteras. Como las conversaciones vanas, o los cafés por compromiso. Ella no considera que eso sea algo que deba hacer.

Y los burócratas se limitan a mirar su cara de póker por el rabillo del ojo mientras piensan en estereotipos y juzgan sin saber. Porque nadie la conoce. Ni siquiera ella. No sabe qué quiere más allá de las necesidades físicas. No sabe siquiera si realmente tiene una dimensión espiritual, o carece de ella. Ojalá supiera rellenar esa pila de formularios que es la vida, ojalá tuviera la palabra justa en el momento adecuado. Ojalá sonreír no le doliera en las comisuras.

Pero sólo es un personaje. En la vida real las chicas son elocuentes y tienen la mirada brillante. Saben exactamente cómo se sienten y saben exactamente qué pasos tienen que dar para encajar en la sociedad. Es más, ni siquiera tienen que pensar en qué pasos tienen que dar porque SON parte de la sociedad.

miércoles, 19 de enero de 2011

La delgada línea

Hay una línea muy delgada que separa a los "fantasmas" de los esquizofrénicos. Según me ibas hablando, la segunda opción iba adquiriendo cada vez más fuerza. En serio, mentir es una buena carta si sabes cómo se hace. Si no sabes, y además tiendes a mentir sobre situaciones que tu interlocutor SABE que no podrían ser ciertas ni en esta vida ni en la siguiente, entonces quedas como un fantasma.

Pero de verdad, no es que me caigas mal. Simplemente no me caes.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tributo

No; no me arrepiento. Era una niña distinta; a veces pedante, a veces distante. Pero siempre fui buena, siempre creativa y original. Era una niña de extremos: o todo era blanco, o todo era negro. Aborrecía y odiaba amargamente lo que no comprendía. Me importaba una mierda tener o no tener amigos. Me sentía identificada con Lisa Simpson y la emulaba. Soñaba con ser astronauta y militante de Greenpeace. Odiaba al Gobierno y a la Policía por insuflar temores en la población. Odiaba el racismo, el machismo, los vertidos de petróleo, las matanzas de toros como tradición popular y a los pumas que devoraban perezosos. Odiaba el odio, y lo odiaba de forma atroz. Tenía un amigo imaginario que me abandonó al poco tiempo. Tenía ideas, sueños, luchas, ansias. Adoraba la música clásica. Adoraba sentirme diferente. Me gustaba estar sola porque eso suponía una diferencia. Sacaba dieces en todo y eso me henchía de orgullo. El concepto de infinito me fascinaba hasta la obsesión.

Y, sobre todo, no era consciente de nada. Estaba totalmente aislada.

Esto va por ella. Por mí.