miércoles, 18 de diciembre de 2013

2013

Ha sido el peor año desde que tengo memoria. He sufrido pérdida, dolor físico y psíquico, angustia, y sobre todo impotencia. Ha habido cosas que no he podido abarcar, yo que pensaba que podía controlarlo todo. He descubierto que querer no es poder. Mis dioses, magias y entes se han estampado contra la realidad.

Este año me ha enseñado que pelear no siempre conlleva victorias. Que existen las causas perdidas. Que hay momentos en que no hay alternativa.

Este año aún no ha acabado. Me repito como un mantra que son sólo unos días más, que el año nuevo renovará las corrientes de aire que nos han estado arrastrando a lo largo de estos aciagos meses. El mundo se lavará la cara y dejará de ser cruel.

Pero aún quedan algunos días.