No sé cómo actuar. Analizo cada movimiento al milímetro, pensando en que lo último en sacrificar es el orgullo, pensando en que perderé mi dignidad si hago o digo algo que demuestre que sí, que sois importantes para mí. Y reconocer que lo sois me hace sentir vulnerable y estúpida. Y no hago nada mientras veo a mi alrededor cómo la gente se queda sin batería en sus puñeteras Blackberrys de tanto hablar con sus amigos.
jueves, 20 de octubre de 2011
Selección natural
No sé qué hacer. Miro a la gente y todos parecen comprender de qué va todo esto. No les cuesta hablar de cosas o sonreír o divertirse. Yo sólo sé que me gusta estar con vosotros. Y también que me siento como una imbécil cada vez que intento pasar más tiempo con vosotros. Y que si no lo intento, si simplemente dejo que las cosas sigan su cauce natural, es decir, el punto en el que nos disolvemos porque no tenemos nada en común excepto que tenemos problemas para relacionarnos normalmente, me sentiré aún más imbécil por ser tan borde y tan poco espontánea.
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